Violencia familiar lesiona habilidades cerebrales en los niños más que la guerra
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Coeficiente intelectual, rendimiento académico, capacidad de concentración, autocontrol y toma de decisiones pueden verse disminuidos.
“Los niños que hemos visto en campos de guerra y que están expuestos a la muerte de manera constante, pero que reciben amor en sus hogares, presentan un mejor desarrollo cerebral que quienes, aún viviendo en un entorno más tranquilo, experimentan la violencia día a día en sus casas”.
Lynne Jones no disimuló preocupación en sus palabras. Esta psiquiatra de la Universidad de Oxford, quien ha presenciado varios conflictos bélicos como los de Kosovo, Iraq y Siria, compartió sus apreciaciones en un curso para periodistas de distintas partes del mundo en la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos.
¿Qué pasa cuando quienes deberían ser los mayores protectores de los niños (es decir sus padres o cuidadores) se convierten más bien en sus verdugos? Jones hizo una pausa, antes de responder esta pregunta de La Nación durante ese evento.
“Es algo lamentable, muy triste. No hay una respuesta fácil. No podemos decir cómo resultará ese niño, no podemos asegurar: ‘está condenado’. Pero lo cierto es que el hecho de estar expuesto constantemente a la violencia, de cualquier tipo, sí dañará su desarrollo cerebral en alguna medida, sin mencionar lo que esto lesionará su autoestima y sus emociones”, explicó la experta.
Está comprobado que el coeficiente intelectual, el rendimiento académico, la capacidad de concentración, el autocontrol y la toma de decisiones pueden verse afectados en los menores sometidos a entornos violentos, sobre todo, si esto sucede en sus hogares.